A disfrutar de la Creación Artística

jueves, 3 de septiembre de 2009

El Vitral







"Composición decorativa formada por piezas de vidrio unidas con plomo, que se coloca en puertas, ventanas".

Su principal materia prima, el vidrio artístico soplado, se obtiene de una pequeña masa vítrea pastosa que se sopla hasta formar una burbuja, la cual se agranda y estira hasta conseguirle tipo de vidrio plano de características análogas a la de los vidrios antiguo, especialmente por sus numerosas irregularidades, burbujas de aire y diferencias de espesor. No obstante, la continua evolución seguida por los artistas vidrieros en cuanto al diseño, han permitido incluir en sus trabajos otros tipos de vidrio, que sin llegar a ser de fabricación exclusivamente artesana, confieren a la vidriera una belleza plástica incuestionable.

Es necesario retroceder muchos siglos en la historia de la civilización, para encontrar los orígenes de este arte que nos ocupa. En la Roma del siglo III aparecen ciertos antecedentes que únicamente pretendían crear un determinado efecto de luz coloreada. Tenemos que avanzar rápidamente hasta los siglos IX al XII, cuando la técnica evoluciona y los maestros vidrieros amplían sus diseños a personajes y escenas con el estilo pictórico de la época.

Es precisamente en el S.XII cuando el monje Teofilo detalla la técnica de la pintura sobre vidrio en su conocido tratado sobre las artes de sus contemporáneos, describiendo todas las fases de fabricación que, básicamente siguen siendo las mismas.

El arte gótico incorpora la vidriera en todo su esplendor a través de numerosas obras que han llegado hasta nosotros, de las que son notables ejemplos la Catedrales de Palma de Mallorca, León, Toledo, Barcelona, Sevilla y otras muchas Iglesias, Monasterios y Palacios de la época.

Hacia la mitad del S.XIV, aparece el esmalte sobre vidrio y se descubren las propiedades del cloruro de plata que, a altas temperaturas, produce unas bellas coloraciones doradas. En la última etapa del gótico es cuando las vidriera se nos ofrecen como maravillosas obras de arte, logrando una perfecta representación de las figuras.

El Renacimiento marcó el apogeo del vitral. Su hasta ahora carácter netamente religioso se va poco a poco desplazando desde los recinto clericales hasta las mansiones y palacios. Se va convirtiendo por derecho propio en elemento decorativo de primera magnitud.

En el S. XVI, los grandes pintores rivalizan en la creación de “cartones” que hábiles artesano se encargan de ejecutar con la mejor técnica. Las guerras religiosas que enmarcan las épocas y otros factores circundantes van produciendo una notable regresión en la fabricación de vidrieras, la cual llega hasta el S. XIX, en el que Willian Morris en Inglaterra y Viollet – le Duc en Francia impulsan nuevamente este arte alcanzando un nuevo auge.

Actualmente nuestro taller continua con la larga tradición de los maestro vidrieros. Cada vez estos trabajos son mas apreciados e incluso medios de difusión tan populares como la televisión o la prensa se encargan de propagar este arte como una forma de dar a conocer una parte de nuestra riqueza cultural histórica y actual. La aparición de las vidrieras de cemento y más recientemente, las que sustituyen las varillas de plomo por perfiles de aluminio, constituyen alternativas que hacen que siempre encontremos una vidriera que encaje en un determinado ambiente, por moderno y funcional que este sea. Pero todavía queda un largo camino por recorrer. El viejo concepto de que las vidrieras “son cosa de iglesias”, según palabras de ciertos profesionales, y la creencia generalizada de su excesivo coste – el cual no lo es tanto – todavía podemos encontrarlos a menudo en conversaciones a la hora de decidir la inclusión de vidrieras en un estudio o proyecto para decoración.

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